sábado, 10 de diciembre de 2011

Pedro Castro Figueroa y Salazar

Nació en San Julián de Cela, Coruña, España. Virrey de la Nueva España del 17 de agosto de 1740 al 22 de agosto de 1741, cuando murió en la Ciudad de México.

En el viaje de España a México, el barco en que viajaba Pedro de Castro fue asaltado y saqueado por piratas holandeses e ingleses, perdiendo el nuevo virrey los documentos que probaban sus títulos y el nombramiento como gobernante de la Nueva España. Al carecer de los citados documentos, a su llegada a la Ciudad de México la Audiencia no autorizó su toma de posesión, la que se produjo gracias a los oficios del arzobispo y virrey interino Juan Antonio de Vizarrón. El mismo año en que se hizo cargo del gobierno virreinal, Pedro de Castro murió víctima de fiebre amarilla. El virrey apenas pudo dedicarse a reforzar las obras de defensa de Veracruz y del castillo de San Juan de Ulúa, así como supervisar las remesas de oro y plata que se embarcaban a la metrópoli. Su cadáver fue sepultado en el altar de los Reyes de la catedral de México, donde todavía se conserva.

José Sarmiento Valladares y Arines


Nació en San Román de Sajamonde, Pontevedra, España, en 1643. Virrey del 18 de diciembre de 1696 al 4 de noviembre de 1701. Murió en Madrid, en 1708. Conde consorte de Mocyrzuma y Tula
A su llegada a la Nueva España, José Sarmiento continuó utilizando los títulos de su difunta esposa, con el interés de provocar una buena acogida entre la población que veía en él un vínculo con la antigua nobleza indígena. Durante su gobierno impulsó la colonización de las Californias, empresa encabezada por Juan María Salvatierra, religioso que fundó varias misiones en el norte del virreinato y consiguió evangelizar a numerosos indígenas de la región. Por otra parte, promovió la remodelación y construcción de templos y edificios civiles, lo que permitió el florecimiento del barroco novohispano. Con el fin de combatir la delincuencia, al igual que su antecesor, Juan de Ortega y Montañez, alentó el castigo a los infractores, además de llevar a cabo algunas reformas, como la división de la Ciudad de México en ocho cuarteles. El nuevo rey, Felipe V, lo llamó a España, donde se integró al Consejo de Indias.

Diego Osorio de Escobar y Llamas

Nació en La Coruña, España. Virrey de la Nueva España del 29 de junio al 15 de octubre de 1664. Murió en Puebla, Puebla, en 1673.

Sin ambición alguna por ser virrey, el obispo de Puebla, Diego Osorio de Escobar y Lamas, fue llamado a ocupar interinamente el más alto cargo de la Nueva España en sustitución del depuesto conde de Baños. Estuvo al frente del virreinato poco más de tres meses, suficientes para apaciguar los ánimos, turbados por las iniquidades del anterior gobernante. En ese breve periodo también se ocupó de reorganizar la armada de Barlovento, así como de ordenar la fortificación de Campeche. Preocupado por la seguridad del reino, envió dinero a la isla de Cuba, atacada por piratas ingleses, para financiar la fabricación de armas. Del mismo modo, procurando dar respuesta a las numerosas quejas en contra del correo, emitió varias disposiciones tendientes a mejorar ese servicio. En cuanto llegó a México su relevo, el marqués de Mancera, el obispo se retiró a su querida diócesis de Puebla, en donde permaneció hasta su muerte.